Hilda D, Australia
Un día mientras conducía mi auto, este comenzó a hacer ruidos extraños. No había escuchado ese sonido antes, y además mi auto se veía bien por fuera, así que pensé que no sería problema. Por eso no presté atención al problema. Cuanto más conducía el auto, más empeoraba el sonido, pero yo seguía ignorando el problema.
Un día mi auto se descompuso. Muchos pensamientos pasaron por mi cabeza, como: “Debí revisar el motor. Esto no habría pasado si hubiera dado mantenimiento al auto, quizás debí enviarlo al mecánico”. Mientras estos pensamientos daban vueltas en mi cabeza, quedé varada y mi auto no funcionaba.
Finalmente, lo llevé al mecánico para una revisión y llegué a darme cuenta del problema. Para mi sorpresa, el mecánico me dijo lo que estaba mal. Él dijo: “Las presillas del motor del auto están rotas, necesita un nuevo embrague, necesita cambiar los frenos, los dos cilindros del auto están rotos y necesita un nuevo arrancador. Es un gran trabajo, por eso necesitará dejarlo para repararlo y será muy costoso”.
En realidad, me di cuenta de que el auto realmente tenía muchos problemas, porque el aire acondicionado y la calefacción no trabajaban bien, y era necesario cambiar las luces delanteras y cambiar los neumáticos. Sin embargo, yo siempre calificaba a mi auto por su apariencia. Solo me esforzaba por mantenerlo limpio y ordenado por fuera, cubriendo las fallas del motor.
En ese momento comencé a examinarme espiritualmente.
Me examiné para ver si estaba obedeciendo la voluntad de Dios: “¿Estoy yendo a Sion regularmente? ¿Mi mentalidad es la correcta? ¿Estoy practicando la Lección de la Madre? ¿Estoy esforzándome por cambiar mi mala naturaleza? ¿Estoy orando y comunicándome con Dios diligentemente? ¿Estoy predicando fervientemente y llevando buenos frutos? ¿Realmente me estoy sacrificando para el evangelio y alimentando a mis hermanos y hermanas con el alimento apropiado en el momento apropiado? ¿Estoy leyendo los Libros del Padre diligentemente? ¿Siempre estoy gozosa en Sion? ¿Estoy en armonía con los hermanos de Sion? ¿Estoy llena del aceite o aún sigo durmiendo? ¿He estado llevando una vida de arrepentimiento? ¿Busco a la Madre diariamente? ¿Estoy cumpliendo fervientemente mi misión como atalaya? ¿Estoy trabajando sin metas o con metas, y las estoy cumpliendo?” Cuando me examiné profundamente, me di cuenta de que no estaba cumpliéndolas correctamente.
Necesitaba reparar mis problemas, igual que a mi auto. Mi auto me había advertido que no estaba funcionando correctamente, pero yo seguía ignorándolo, pensando que desaparecerían las fallas. Pero no debo permitir que esto le suceda a mi condición espiritual. Quiero reparar mi condición espiritual lo antes posible para encontrarme con el Padre sin ningún remordimiento.
De ahora en adelante, me esforzaré más por agradar a Dios, cambiar y trabajar fuertemente para la gloria de la Madre. Ya no retrasaré el análisis de mi condición espiritual, sino que estaré más alerta y me analizaré diariamente, esforzándome por renacer hermosamente.
Esta es la fragancia de Sion de un miembro de la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial que cree en Cristo
Sé que a veces ignorar cosa pequeña puede llegar a ser un gran problema. Pero fácilmente tiendo a ignorar cosas pequeñas. Tendré que revisar mi estado espiritual a menudo para que pueda mantenerme saludable espiritualmente.
Es muy cierto. También el constante chequeo regular ayuda a mantenerse mejor.Y eso da oportunidad de cambiar repuesto gastado y de renovarse para su mejor función. Lo tomaré muy en cuenta para mi salud espiritual.
Amén. De ahora en adelante, me esforzaré más por agradar a Dios, cambiar y trabajar fuertemente para la gloria de la Madre celesital.
Amén!!
Yo también deseo hacer esto.
Vamos a tratar de dar la gloria y la alabanza a Dios.
Gracias a Dios padre y a Dios madre
Gracias a Dios Padre y Dios Madre por cambiarnos hermosamente la condición espiritual que podemos entrar al reino de los cielos.
Como chequeamos y reparamos el auto, necesita checar y reparar mi fe también.
Suiguiendo la enseñanza de Dios caminaré bien el camino de la fe.
Tiene razón. Todos juntos vamos a checar y reparar nuestra fe hasta que regresemos al reino de los cielos.
Como hacemos el chequeo general de auto regularmente, haremos análisis de nuestros estados espirituales.
Al obedecer la palabra de la Madre celestial, podemos cambiar nuestro corazón. Yo también chequearé mi fe siguiendo la voluntad de la Dios Madre para ser verdadera hija de Dios.