Gauri M, Nepal
La agricultura es común en Nepal, pero yo no sé mucho acerca del tema: en qué tipo de clima crecen las plantas y cómo debo sembrar las semillas en la tierra. Aun así estoy cultivando verduras en un pequeño espacio delante de mi casa.
Un día, sembré allí algunas semillas. Luego, me di cuenta de que no era una buena temporada para que crecieran. Aunque me di cuenta tarde, las regaba y fertilizaba con la esperanza de que dieran fruto.
Afortunadamente, unos días después brotaron. Pero no esperaba que crecieran mucho porque hacía mucho frío. Pese a mi preocupación, soportaron el intenso frío y hasta florecieron. Yo seguía pensando que no darían fruto debido al fuerte viento. Sin embargo, dieron frutos como si quisieran llamar mi atención.
Al ver brotar y dar fruto a las semillas que fueron sembradas prematuramente, venciendo el feroz viento y el frío, recordé lo que pasó el año anterior.
El año pasado, sembré la misma semilla. Ya que el clima era favorable para que crecieran, esperaba que dieran fruto. Pero al recoger el fruto, me asombré de que muchos de ellos estaban dañados y el resto tampoco estaba apetitoso.
Aunque sembré las mismas semillas, la que luchó contra el frío y el viento dio frutos más hermosos que la otra que creció en un clima templado. Esto me hizo reflexionar en mi fe: cuando disfrutaba de la comodidad, crecía lentamente dudando en mi fe; pero cuando luchaba contra las dificultades con paciencia y las superaba, me hacía fuerte.
Ahora sé que las tribulaciones que enfrentamos en nuestro camino de la fe son el amor del Padre y la Madre celestiales que impiden que nos volvamos ociosos o débiles. Creo que podemos superar cualquier problema o dolor si entendemos que cuando venzamos, Dios se agradará de nosotros y podremos entrar en el reino de los cielos.
Los hijos que superan las muchas adversidades pueden comprender más el sacrificio y el amor del Padre y la Madre; ellos anhelan más el reino de los cielos y dan gracias a Dios en todo.
“Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.” (2 Co. 12:9)
Doy gracias al Padre y a la Madre por permitirme entender por qué tenemos problemas y sufrimientos en nuestra vida de la fe. Oro para que Dios me ayude a superar todas las cosas pensando en el Padre y la Madre celestiales, y a entrar en el reino de los cielos con una gran bienvenida.
Esta es la fragancia de Sion de un miembro de la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial que cree en Cristo Ahnsahnghong y en Dios Madre.
Nuestra vida de la fe es el camino del desierto de la fe. Por eso, encontramos muchas dificultades y adversidades, y por lo cual podemos entender el sacrificio y el amor de los Padres celestiales. Dios Padre Ahnsahnghong y Dios Madre(la Madre celestial) nos ayudan para que venzamos todos los problemas espirituales. Les amo mucho a mis Padres celestiales.
Es igual la historia de nuestra vida. Me gusta dar la impresión a calmar la mente.
Cuando andamos el camino de la fe, nos acercan muchas dificultades y sufrimentos. venzamos todas estas con la paciencia cryendo que Dios Padre y Dios Madre siempre nos ayudan.
Como Dios creó todas las cosas con su voluntad, llegamos a comprender a Dios y su providencia a través de la naturaleza también.
Si miramos la bendición del reino de los cielos, podemos vencer todo. Muchas gracias, Dios Padre y Dios Madre.
El sufrimiento presente que estamos experimentando, nos acerca más fuertes y más poderosos que antes a los soldados de Dios.
Dios Padre y Dios Madre … Muchas Gracias.
(1 Pedro 1:7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo, )