SJ Lee, Corea
En este verano, que fue en extremo caluroso, las noticias sobre las medallas olímpicas de Londres nos refrescaron como una ducha en un caluroso día de verano. Viendo a los atletas mostrando su espíritu de lucha por unos minutos o unos segundos, pude ver cuánto esfuerzo habían hecho durante muchos años. Entre ellos, la historia acerca de un atleta que ganó una medalla de oro en una competencia de gimnasia, fue muy conmovedora.
El atleta dijo que lo primero que quería hacer era comprar una casa nueva para sus padres con el dinero del premio. Lo más conmovedor fue que él ahorró los gastos de su entrenamiento, que había recibido durante el período de entrenamiento, y los envió a sus padres para sus gastos de manutención, pues ellos siempre le daban valor y esperanza incluso en las difíciles circunstancias familiares. Mi corazón se llenó de un sentimiento cálido mientras escuchaba la historia. La fuerza motriz que lo animó a conquistar el mundo con las técnicas de gimnasia que él mismo había desarrollado después de un esfuerzo desesperado, fue probablemente su extraordinario afecto filial.
Pienso que nosotros, que estamos corriendo la carrera de la fe hacia el reino de los cielos, debemos tener el mismo pensamiento. Cuando nos lancemos completamente para el cumplimiento del evangelio con el amor filial hacia los Padres celestiales, quienes siempre nos dan valor y fuerzas, la victoria preestablecida se desplegará ante nuestros ojos.
Esta es la fragancia de Sion de un miembro de la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial que cree en Cristo Ahnsahnghong y en Dios Madre.
Amén!! Yo también tengo el mismo pensamiento y correré la carrera de la fe. Y desde ahora trato de ser el hijo que da un regalo de alegría al Padre Cristo Ahnsahnghong y a la Madre celestial.
Las historias acerca de las familias con el amor filial siempre nos tocan nuestro corazón. Dios es nuestros Padres Celestiales. Su noble y gran amor no se podría comparar con nada del universo. También siempre trataré de restribuir su gran amor con las hermosas obras del amor filial.
También quiero ser filial con el Padre Celestial y la Madre Celestial corriendo duro hacia el cielo.