SD Kang, Corea
El año pasado por estos días,había una higuera en el jardín de la casa adonde mi familia se había mudado. En ese tiempo, el árbol tenía muchos frutos en sus ramas. Mientras los higos empezaban a madurar, emitiendo un aroma dulce, me di cuenta de que había algunos huéspedes inoportunos. Todos los días, se posaban ruiseñores en la higuera y disfrutaban de los higos hasta saciarse.
Lo mismo sucedió este año. Un domingo en la mañana, ante el sonido del gorjeo de las aves me apresuré en salir. Los ruiseñores estaban picoteando y comiendo los higos que todavía no maduraban. Tomando un matamoscas, los ahuyenté. El siguiente día, también vinieron a comerse los higos, gorjeando ruidosamente. No podía soportarlo más. Por eso mi esposo y yo cubrimos todos los frutos con una red y los aseguramos con pinzas.
Desde entonces, aunque las aves siguieron viniendo a la higuera durante unos días, ahora ya no vienen, probablemente porque comprendieron que no podían comerse los frutos. Ahora los higos están madurando sin ningún problema.
Aunque una higuera produzca frutos dulces y deliciosos, sin el trabajo del dueño ningún fruto puede estar protegido. He comprendido qué agradecidos debemos estar por la existencia del Padre y la Madre celestiales que nos protegen como a la niña de sus ojos, como el dueño de nuestras almas, olvidando incluso su sueño y descanso. Ya que el Padre y la Madre nos mantienen a salvo, quiero crecer como un buen fruto que complazca a Dios con la alegría de la cosecha.
Salmos 127: 1 «Si Jehová no edificare la casa,En vano trabajan los que la edifican;Si Jehová no guardare la ciudad,En vano vela la guardia.»
Esta es la fragancia de Sion de un miembro de la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial que cree en Cristo Ahnsahnghong y en Dios Madre.
Salmos 36:7 «!Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas.»
Gracias a Dios Padre y a Dios Madre por protegerme a mi alma siempre bajo de sus alas.
Quiero hacer lo que pueda darles alegría a Cristo Ahnsahnghong y a Dios Madre obedeciendo sus palabras y predicando el evangelio.
No hay nada que poder hacer con nuestra fuerza y nuestro poder.
Todo lo puedo en Dios que me fortalece(Filipenses 4:13).
Pero siempre nos olvidamos de este hecho y estamos viviendo.
Como los laboradores pueden cosechar muchos frutos cuando Dios le ayuda, así también es lo mismo que llevar frutos para nosotros.
Tratemos de vivir dando gracias a Dios que nos ayuda.
Mt 23/37 […..¡Cúantas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de las alas, y no quisiste! ]
Así como la gallina junta sus polluelos debajo de sus alas, también la Madre celestial abraza a nosotros debajo de las alas de su amor.
Doy gracias a Dios Padre y a Dios Madre por siempre por protegernos como a los niños de sus ojos.
Salmos 17:8 «Guárdame como a la niña de tus ojos; Escóndeme bajo la sombra de tus alas,»
Aunque una higuera produzca frutos dulces y deliciosos,
sin el trabajo del dueño ningún fruto puede estar protegido.
Juan15:5 «Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí,y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.»
Asimismo sin Dios no podemos recibir la salvación.
En esta época por medio del amor de Cristo Ahnsahnghong y la Madre celestial podemos recibir la salvación.
Creemos en Cristo Ahnsahnghong y en la Madre celestial y seamos salvos.