MH Jeongi, Corea
Mi padre falleció cuando yo estaba en la escuela primaria. Desde entonces, mi madre tuvo que hacerse cargo de toda la familia. Consiguió un empleo llevando bolsas de basura al lugar donde el camión las recogía. Cuando la gente sacaba su basura y la ponía en frente de sus casas, mi madre la trasladaba con una carreta.
Para alimentar y criar a sus tres hijos, iba a trabajar aunque lloviera o nevara. Ella salía a trabajar desde el atardecer hasta la madrugada.
Al regresar a casa, llegaba con un insoportable y fuerte hedor. Lo que más detestaba aparte del mal olor era encontrarme por casualidad con mi madre cuando estaba con mis amigas.
Me sentía avergonzada cada vez que ocurría. Parecía ser lo más vergonzoso de todo el mundo. Si veía a mi madre desde lejos, tomaba del brazo a mis amigas e iba en otra dirección, y a veces cuando la veía, fingía no haberla visto.
Un día, mi mamá no fue a trabajar, lo cual era muy extraño porque jamás había faltado al trabajo. Yo siempre tenía que preparar la cena para mis hermanos; pero ese día, estaba feliz porque mi madre nos había preparado la cena. Mientras ella preparaba la comida, yo disfrutaba de mi tiempo libre; cuando la cena estuvo lista, todos nos reunimos a la mesa, excepto mi madre, que dijo que no iba a comer porque no se sentía bien, y se fue al dormitorio.
Esa noche, mientras dormía al lado de mi madre, un ruido extraño me despertó. Miré a mi madre, y noté que su rostro estaba empapado de sudor.
“¡Mamá! ¡Mamá!”
Me asusté, así que desperté a mi madre.
“¿Por qué no estás durmiendo?”
“¡Mamá! ¿Está enferma?”, le pregunté.
“¿Alguna vez me he enfermado? No estoy enferma. Vuélvete a dormir. Tienes escuela mañana”.
Se veía muy enferma, pero me estaba mintiendo.
Al día siguiente fue a trabajar, diciendo que se sentía bien. Después de haberse ido a trabajar, por un momento hubo un silencio en la casa. Entonces vi debajo de la frazada de mi madre una bolsa de la farmacia. Yo no sabía que era medicina para sus riñones hasta que crecí. Cuando era joven, creía que mi mamá era fuerte como el hierro. Me arrepiento de haber dicho que mi madre olía mal o de avergonzarme de ella cuando era inmadura. ¡Cuánto más insoportable habrá sido el fuerte olor mientras sacaba las bolsas de basura, y cuánto más le habrá dolido el cuerpo por su duro trabajo! Ahora puedo comprender el corazón de mi madre, que fingía ser fuerte para esconder su debilidad ante sus hijos.
Para salvar a sus hijos pecadores, la Madre celestial lleva una vida dolorosa, sin demostrar su enfermedad, aunque esté enferma. Su amor atraviesa el dolor, pero sin ser consciente de ello, he apuñalado su corazón con mis pensamientos y actitudes egoístas.
Madre, por favor perdone a esta pecadora que es tarda para comprender su amor y sufrimientos. Retribuiré todo su amor y gracia poco a poco, amando a mis hermanos y hermanas hasta que regresemos al cielo.
Esta es la fragancia de Sion de un miembro de la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial que cree en Cristo Ahnsahnghong y en Dios Madre.
Dicen que una mujer es debil mas una madre es fuerte. Paro,hoy yo entendí que una madre tampoco era fuerte sino solo había escondido su debilidad para sus hijos. Dios creó al hombre del polvo de la tierra. Por eso, parece que los hombres no se puden ser fuertes como hierro.
El amor de una madre refleja el de la Madre celestial. El cual hace que ser fuerte a la Madre celestial para salvar a sus hijos que están destinados a la muerte. Ante la muerte de sus hijos la Madre nunca puede demostrar y expresar su dolor y sus sufrimientos hasta que seamos salvos. La Madre no puede descansar ni estar alegre hasta ese día.
Madre celestial muchas gracias, yo quiero ser una hija que pueda ayudar a usted siempre, y que no sea una egoísta que vuelve la cara de su sufrimiento y pena. Aun hasta ahora la Madre celestial está atravesando el camino doloso por nosotros pecadores.vamos a buscar a nustros hermanos y hermanas quienes la madre celesial desea salvarles y regresemos a la patria celestial junto con la Madre celestial rápidamente.