Jung JE, Corea
Mis padres son agricultores en un pueblo pequeño, y también crían vacas. Ya que no tienen a nadie que los ayude, no pueden terminar el trabajo rápidamente y siempre están ocupados; especialmente mi padre que no tiene tiempo para descansar, ya que para criar vacas se necesita la fuerza del hombre. Cada vez que los visitaba, todo parecía estar bien y las vacas parecían estar creciendo saludablemente.
Pero un día recibí una llamada telefónica de mi hermano menor diciéndome que había visitado a mis padres y que había visto que mi madre estaba trabajando sola. Esto sucedió porque mi padre, que sufría de estenosis espinal debido a su duro trabajo, se había debilitado tanto que ni siquiera podía caminar.
Mi hermano me contó que cuando estaba a punto de irse en la noche, después de haber ayudado todo el día, mi madre se apenó al verlo partir.
“Adiós, hijo… sería muy bueno si regresaras la próxima semana, pero estarás ocupado, ¿verdad?”
Él me contó que se puso muy mal al sentir cuánto quería nuestra madre que se quedara. Estaba preocupado por nuestro padre, y también se sintió desconsolado cuando vio a nuestra madre cargando un pesado saco de paja y de alimento para ganado que pesaba más de 20 kg. El siguiente domingo, mi hermana menor y yo fuimos juntas con nuestro hermano menor a la casa de nuestros padres. Tal como mi hermano me había dicho, mi padre lucía muy débil. Mi mamá también se veía cansada por su duro trabajo.
Los tres nos pusimos manos a la obra y empezamos a limpiar el establo. Había cinco compartimentos en el establo. Primero, mi hermano limpió la suciedad comenzando en la entrada, utilizando una pala y una horca. Él paleó la suciedad y la puso en una carretilla. Luego mi hermana y yo la llevamos y la tiramos en una esquina del campo. La suciedad pesaba más de lo que habíamos pensado porque estaba mojada y mezclada con paja. Al principio no parecía tan difícil, pero conforme continuábamos, nos dolía el cuerpo desde la cabeza hasta los pies.
Como la carretilla tenía una sola rueda y la superficie tenía baches, el peso se balanceaba por ambos lados. Ya que tenía que sostener fuertemente la carretilla y caminar con firmeza, mis brazos y piernas comenzaron a temblar. Solo habíamos limpiado dos compartimentos del establo, pero la camisa y el pantalón de mi hermano estaban mojados por el sudor, y mi hermana y yo estábamos cansadas.
Afortunadamente, lloviznaba de vez en cuando. Ya que el suelo caliente se enfrió, pudimos recobrar fuerzas después de un breve descanso. Sin embargo, después de descansar, ninguno de nosotros quería levantarse y volver a trabajar. Logramos levantarnos y tomar de nuevo la carretilla queriendo terminar lo más pronto posible. Pero de repente, lágrimas brotaron de mis ojos.
“¿Cómo pudo hacer mi padre solo todo esto?”
Aunque mi padre tiene tres hijos, nunca nos pidió ayuda. Nunca nos expresó su cansancio. Siempre trabajó solo. Por eso, aunque visité muchas veces a mis padres, nunca ayudé a mi papá. Mientras limpiaba el establo, pude sentir al menos un poco el sufrimiento inefable de mi padre. ¿Por qué nunca pensé en ayudarlo?
También soy una hija rebelde con el Padre celestial. Para purificar los pecados de sus hijos, que están muy acumulados, el Padre soportó el hambre, el frío y el dolor durante treinta y siete años sin mostrar su cansancio. ¡Qué doloroso habrá sido recorrer solo el camino de espinas! Nunca intenté comprender su dolor ni su soledad. Solo pensé en mi comodidad. ¡Padre, por favor perdone a esta hija pródiga! Así como el Padre se sacrificó silenciosamente por mí, yo también buscaré a mis hermanos y hermanas perdidos y los serviré y amaré.
Esta es la fragancia de Sion de un miembro de la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial que cree en Cristo Ahnsahnghong y en Dios Madre.
El artículo me hace pensar en muchos de mis padres celestiales y en mis tiempos pasados. Y al fin me hace estar enmudecido , apenado y arrepentido… Padre y Madre muchas gracias por todo…
Como nuestros padres han sufrido mucho para criarnos con mucha paciencia, nuestros padres espirituales se sacrificaron mucho indeciblemente. Leyendo esta fragancia de Sion me di cuenta más y más de sus dolores y amor, que antes no los comprendía, aunque decía que sí lo entendí. Yo también seguiré el camino del Padre y Madre celestiales aunque sea espinoso con gratitud siendo una hija madura.
Doy gracias y alabanza con todo mi corazón a Dios Elohim.
Creo que el sacrificio de los Padres para los niños nunca podemos imaginar.
Nuestro Padres celestiales se sacrificaron por mí, la pecadora del cielo. Pero, nosotros a veces vivimos olvidando sus sacrificios. Tengo mucha vergüenza.
Doy gracias a padres celestiales.
Muchas veces vivo en olvido del gran sacrificio del Padre Celestial. Recuerdaré por siempre su amor inefable en mi corazón para agradecer ayudando a la Madre y a los hermanos con la gracia de Dios. Doy muchas gracias a nuestro Dios Padre y Dios Madre. 💛💙💜
Me puedo sentir el sacrificio y el amor del Padre celestial nuevamente por medio de este artículo. Y pienso que puedo comprender más la gracia del Padre celestial cuando predica el evangelio diligentemente. Predicaré más a mi familia y mi vecino diligentemente para no olvidar esto.
El que tiene el amor infinito es Dios Elohim únicamente. Estoy agradecida al padre y la madre con todo mi corazón por haber sacrificado por mi pecado.. quiero parecerme a mis padres celestiales.
Dios Padre y Dios Madre se sacrificaron para guiarnos al camino del cielo. Les doy muchas gracias a Dios Elohim por su gran amor. Nunca olvidaré el amor y el sacrificio de los Padres celestiales.
Debemos recordar que estamos salvos por el gran sacrificio de nuestros Padres Celestiales. Han soportado dolores por sus hijos. Es un amor loable realmente.
Les doy gracias a Dios Padre y Dios Madre por darnos gran amor.
Doy gracias a Dios Padre y Dios Madre por permitirme recordar su gran sacrificio para salvar a esta hija tan inmadura, quiero esforzarme cada día más por retribuir la gracia del Padre y la Madre Celestiales, llevando a cavo más Fielmente la obra de la predicación, hasta encontrar al último de nuestros amados hermanos y hermanas perdidos, y rápidamente regresar todos juntos al Reino de los Cielos.
Nos arrepentiremos de la locura de no darnos cuenta del sacrificio y el amor que Dios ha dado por este feo pecador, y seremos hijos que tratan de agradar a Dios.
Los hijos a menudo no ven el sacrificio de sus padres porque viven sus vidas. Gracias, Padre Celestial, por amar a estos hijos.