Gracias eternas, alabanza, gloria y honor sean a nuestro Rey y Reina celestiales, Cristo Ahnsahnghong y Dios Madre
Ahora ha llegado el momento de que el mundo vea realmente la gloria de Cristo Ahnsahnghong y la Madre celestial. Estamos predicando el evangelio al mundo entero, a fin de acercarnos al día de volver al cielo nuevo y la tierra nueva.
En estos días la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial (IDDSMM) ha comenzado el movimiento de predicar a los siete mil millones de personas del mundo. En retrospectiva, cuando pensamos en predicar a siete mil millones de personas, solo la magnitud del número es suficiente para dejarnos caer en nuestras sillas, quedarnos atónitos y desanimarnos. Sin embargo, tenemos un poder que es eterno e imperecedero, nuestros Salvadores, Cristo Ahnsahnghong y la Madre celestial.
Salmos 121:1-2 “Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.”
Dios, el Creador de los cielos y la tierra, nos ayuda en todo lo que hacemos. Si confiamos en Dios y nos apoyamos en Él, seremos capaces de hacerlo todo. En los tiempos de David, él se conducía prudentemente en todos sus asuntos porque tenía en la más alta estima al Creador de los cielos y la tierra y confiaba en Él en todo, por eso Dios siempre estaba con él.
1 Samuel 18:14 “Y David se conducía prudentemente en todos sus asuntos, y Jehová estaba con él.”
Cuando Dios está con nosotros, podemos tener éxito en todo lo que hacemos. Se trate de derrotar a los enemigos de Dios o reforzar la fortaleza de Sion como David, si Dios está con nosotros, si escuchamos y obedecemos sus palabras, Él nos permite prosperar y nos da éxito.
En esta época del Espíritu Santo, estamos cumpliendo ahora las palabras de Jesús que dijo: “Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14).
Predicar a todo el mundo significa predicar a los siete mil millones de personas. Nadie puede imaginar predicar a siete mil millones de personas, pero esto es posible si confiamos en Dios, Cristo Ahnsahnghong y la Madre celestial.
Ahora es el momento de levantarnos, alumbrar nuestra luz y hacer que los siete mil millones de personas conozcan el evangelio del nuevo pacto para recibir a Cristo Ahnsahnghong y la Madre celestial.
Cuando Jesús dijo que este evangelio será predicado en todo el mundo, no quiso decir que puede realizarse o no, sino que se hará. Confiemos aún más en el Creador de los cielos y la tierra, Cristo Ahnsahnghong y la Madre celestial, y acerquémonos incluso un día más al día de ir al lugar donde no hay muerte, llanto ni dolor.
A veces me olvidaba a Dios en quien yo creo. Dios es creador del cielo y la tierra, omnipotente y Todopoderoso. Si yo le ruego ansiosamente, Dios puede darme todo. Sin embargo, parece que yo solo decía que creo en Dios sinceramente con labios, y mi actitud no confiaba en Dios.
En realidad, no podemos cumplir la obra de salvación con solo nuestra fuerza, en otras palabras, sin ayuda de Dios. Porque desde el príncipio este obra pertenece en el poder de Dios. Pero Él no lo realizó solo, sino nos encargó este evangelio a fin de darnos la vendición de Dios.
Dios está esperando que pidiera a Dios, y nos ayudará.
Confiando en Dios, roguemos a Dios y prediquemos alentadamente.
Dios lo cumplirá todo prontamente.