SH Jeong, Bélgica
Cuando hago ejercicios aeróbicos como maratón o escalar montañas, existe un punto en el tiempo en el que quedamos sin aliento y tan mareados, que sentimos ganas de rendirnos. Esto se llama “punto muerto”. En ese punto, muchas personas dejan de hacer ejercicio o empiezan de nuevo después de tomar un descanso.
Sin embargo, si soportamos el dolor y continuamos con los ejercicios cuando llegamos al punto muerto, podemos experimentar algunos cambios en nuestro cuerpo: nuestra respiración se vuelve más profunda al menos por cinco minutos, nuestro ritmo cardíaco se estabiliza, y el dolor desaparece. Una vez que soportamos el momento del dolor, esto ayuda a cada parte de nuestro cuerpo a funcionar eficientemente para adaptarse al ejercicio, por lo que naturalmente nos sentimos con ganas de hacer más ejercicio.
Ahora estoy corriendo la carrera de la fe hacia mi destino, el reino de los cielos. Me comprometo a superar con paciencia el punto muerto en mi carrera de la fe, para llegar con alegría a la meta: el cielo.
Hebreos 12:1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante,
Hechos 20:24 Pero de ninguna cosa hago caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.
Esta es la fragancia de Sion de un miembro de la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial que cree en Cristo Ahnsahnghong y en Dios Madre.
Yo también correré la carrera de la fe hacia mi destino, el reino de los cielos sin rendirse, superando el punto muerto con paciencia. Y haré mi misión que Dios Padre Ahnsahnghong y Dios Madre me han encomendado con gozo y alegría porque delante de mí hay glorioso reino de los cielos. Aunque me siento insoportable y solitario, superaré todos los dificultades y seguiré a Dios Elohim hasta el final.
Gracias a Dios Madre por haber estado en esta tierra junto con nosotros.
Puedo vencer todo tipo de obstáculo de Satanás porque usted está con nosotros.
Hermanos de Sion, tengamos ánimo y prediquemos nuestra Madre celestial y salvemos al mundo.
Dios los bendiga mucho.
Puedo terminar la carrera de la fe, siguiendo las enseñanzas de Cristo Ahnsahnghong y la Madre Celestial en la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial
Estamos corriendo la carrera de la nuestra fe y tenemos un destino segurado que es «el reino de los cielos». Y este lugar es muy hermoso que no podemos imaginar con nuestro corazón y con nuestra mente como fue escrito en la Biblia. El apóstol Pablo ya que lo conoció bien, no estimó preciosa su vida en la carrera de la fe. Ahora se ve claramente el reino de los cielos delante de nosotros, y la Madre celestial(Dios Madre) nos está ayudando que corramos la carrera entera hasta el final.
Tengamos más ánimo para llegar al cielo con la Madre celestial.
AP14:12 [ Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.]
Necesitamos la paciencia para llagar el destino de la fe, el reino de los cielos.
Y La Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial (IDDSMM) obedece las palabras de Dios y guarda los mandamientos de Dios.
Venga a la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial donde están Dios Padre y Dios Madre quienes son salvadores.
Estamos corriendo la carrera de la fe hacia nuestra patria, el reino de los cielos.
Como el apóstol pablo predicó el evangelio incansablemente para recibir la corona de la vida.
asimismo predicaré el evangelio fuertemente para recibir
la corona de la vida.
La Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial tiene el evangelio que Dios nos permitió.
En otra ocasión, se abrirán los Juegos Olímpicos de Rio, Brasil.
Todos los jugadores del mundo, a fin de ganar una medalla de oro, soportan los sufurimientos presentes hasta el final y corren hacia la gloria que viene.
Nosotros también estamos viviendo en esta época en la que se acerca el reino de los cielos.
Mirando la corona de la vida que el Padre y la Madre celestiales nos darán en el reino de los cielos, debemos correr el camino de los sufurimentos presentes con la paciencia.
Un poco más tengamos paciencia.
Vamos a correr alentadamente hacia el reino de los cielos.