JS Park, Corea
Un día, mi padre estaba pelando una mandarina con un cuchillo. Yo no entendía lo que estaba haciendo, por eso le quité la mandarina de las manos.
“Padre, ¿qué hace pelando una mandarina con un cuchillo? Mire esta parte de abajo. Solo tiene que meter el dedo aquí y comenzar a pelar…”
¡Ah! Cuando vi los dedos de mi padre no pude seguir. Él no podía pelar una mandarina con los dedos. Tenía los dedos muy gruesos, y en especial sus pulgares se veían hinchados, como si hubieran sido golpeados con un martillo, y sus uñas estaban completamente estropeadas. Dejé el tema del cuchillo y pelé algunas mandarinas para él. Mi padre solo sonrió.
Mi padre había trabajado construyendo barcas desde que yo era muy joven. Ya que era carpintero y hacía barcas trabajando la madera, sus manos siempre se herían y se hinchaban una y otra vez sin llegar a cicatrizar bien.
“Con un trabajo como el suyo, hasta es difícil llevar a dos hijos a la universidad. ¿Cómo logró llevar a cinco?”
Sus amigos solían decirle esto meneando la cabeza.
La gente dice que ningún hijo comprende a sus padres, pero aún siento que he ignorado demasiado el sacrificio de mi padre que padeció tanto hasta que sus cinco hijos pudieran ir a la universidad. Sus pulgares no pudieron haberse hinchado así de la noche a la mañana, ¿pero cómo no me había percatado antes? Me sentí muy culpable por mi indiferencia hacia mi padre.
Entonces me acordé también de nuestro Padre celestial que nunca tuvo tiempo para recuperarse de sus dolencias. Aunque llegaba de cargar piedras, no podía echarse a descansar, sino que pasaba toda la noche escribiendo los Libros de la Verdad con la tenue luz de una lámpara. Quizá también haya permanecido así de indiferente al sacrificio de nuestro Padre celestial.
Esta es la fragancia de Sion de un miembro de la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial que cree en Cristo Ahnsahnghong y en Dios Madre.
Los padres se sacrifican para sus hijos. Por eso para los padres no hay su tiempo libre desde que tenga sus hijos.Al tener los hijos empieza una vida que lleva mucho sacrificio. Y los padres dan lo bueno y lo mejor a sus hijos.
Leyendo este contenido rompí a llorar. Me acuerdo los recuerdos de mis padres. Cómo me cuidaba y daba su amor…
Los amores de padres terrenales reflejan el amor de padres celestiales.
No olvidaré el amor de Dios Padre y de Dios Madre. Y para agradecer al Padre y a la Madre celestiales predicaré la verdad de vida, la Pascua del nuevo pacto a los siete mil millones de personas diligentemente.
Muchas gracias al Padre y a la Madre celestiales por darme la salvación por su sacrificio y les amo mucho.
Como hijos infantiles nos cuesta mucho comprender el corazón de nuestros Padres Celestiales.
PADRE Y MADRE en estas fiestas solemnes hágame comprender su corazón.