Shurentsetseg, Corea
Hace unos años, me fui de Mongolia y recibí a Dios en Corea. Sin embargo, como estaba ocupada ganando dinero, criando a mi hijo y pasando tiempo con mis amigas, poco a poco dejé de ir a Sion. Mientras me preparaba para ir a Sion en el Día de Reposo, si mis amigas me llamaban, iba inmediatamente a encontrarme con ellas.
Aproximadamente un año después de mudarme a Yongin, olvidé por completo a Sion y a Dios. Mientras tanto, cuando estaba embarazada de mi segundo hijo, repentinamente me preocupé pensando: “Mi bebé debe ser bautizado después de nacer”. Recuerdo que fue desde ese momento que de manera inconsciente miraba los edificios en las calles todos los sábados. Sentía que había una Sion cerca de mi casa, así que abría mucho los ojos y miraba los letreros cada vez que salía. Incluso cuando estaba de compras en el mercado, aguzaba los oídos a la conversación de los demás, esperando que hablaran sobre Sion. Por primera vez entonces me di cuenta de que mi corazón había estado más cálido y había sido más feliz mientras asistía a Sion. También fueron los miembros de Sion los que me hicieron sentir cómoda en Corea, un país desconocido para mí.
Pronto di a luz a mi segundo hijo y llegó el siguiente año. Alrededor del tiempo de la fiesta de primavera, como si fuera un sueño, recibí una llamada telefónica del miembro que me ayudó a conocer a Dios. Ella me dijo que no podía dejar de pensar en mí en esos días y me pidió que guardáramos la Pascua juntas. Yo estaba muy feliz y emocionada como si estuviera caminando en el aire.
Volví a Sion y a las palabras de Dios; nada podría ser más precioso que eso. En el pasado, estudiar la Biblia era difícil para mí, por lo que miraba el reloj y esperaba que terminara pronto, pero ya no me daba sueño y no pensaba en otra cosa durante el estudio. Especialmente las palabras sobre Dios Madre eran muy inspiradoras. Al comienzo, solo pensaba que tenía que creer en la Madre porque en la Biblia está escrito la palabra “Madre”, pero pude entender el amor de la Madre de corazón a medida que iba conociendo la palabra. Quería hacer que las personas de mi alrededor conocieran el amor de la Madre.
Sin embargo, no fue fácil hacer que mi esposo y mis amigas a quienes guié a Sion cuando recibí la verdad, volvieran como antes. Mi esposo en otro tiempo guardaba los mandamientos de Dios incluso con más diligencia que yo, pero cambió de parecer al ver que yo flojeaba en ir a la iglesia. Me sentí apenada por mi esposo porque lo alejé de Dios. Fue lo mismo con mis amigas. En esa situación, todo lo que podía hacer por ellos era transmitirles con mucho esmero el amor de la Madre que conocí demasiado tarde, al menos con una palabra, con un corazón arrepentido.
Para mi sorpresa, algo increíble sucedió. Tanto mi esposo como mis amigas me siguieron a Sion para rendir culto juntos a pesar de que no estaban en una situación favorable para ir a Sion. El amor de la Madre abrió suavemente la puerta bien cerrada de sus corazones.
Hablando sinceramente, yo no era muy amable y simpática. Cuando alguien me decía que estaba atravesando una situación difícil, no lo consolaba cálidamente ni escuchaba sus problemas. Y nunca llamaba primero ni siquiera a mis mejores amigas para hacer una cita. Era muy taciturna cuando me encontraba con alguien, pero después de seguir las lecciones de la Madre, cambié completamente. Al ver a mi esposo trabajando duro, le agradecía, y por eso quería ser más amable con él. Y también al ver a mis amigas ocupadas criando a sus hijos y llevando una vida pesada, quería darles al menos una pequeña cosa. Ahora no puedo pasar de largo de las pobres personas porque siento lástima, y quiero ayudarles en algo. Todo esto es posible gracias a la Madre que me ha dado esa clase de corazón.
Oro para que mi esposo y mis amigas que han regresado a Sion comprendan el amor de la Madre desde lo más profundo de sus corazones y crezcan en la fe.
Han pasado siete años desde que llegué a conocer a la Madre. Sin embargo, mi fe aún es débil porque todavía no dedico mucho tiempo a Sion. Realmente siento que no puedo hacer nada y no soy nada sin la Madre.
“Hermana, me parece que usted vino a Corea solo para encontrar a Dios.”
Esta es la palabra que escucho con mucha frecuencia al igual que: “Dios la bendiga mucho”, después de venir a Sion, y realmente estoy de acuerdo con ella.
Madre, le agradezco por permitirme encontrarla en Corea y por llamarme para venir a Sion.
Esta es la fragancia de Sion de un miembro de la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial que cree en Cristo Ahnsahnghong y en Dios Madre.
Si Dios no le trajere, ninguno puede venir a Sion.
Y tampoco puede encontrar a Dios Elohim.
Muchas gracias al Padre Cristo Ahnsahnghong y a la Madre celestial por llamarnos y guiarnos al Sion.
La Madre celestial nos espera hasta que entendamos su corazón y su amor. Le doy muchas gracias a la Madre celestial por su amor infinito.
Amen. El amor de Dios Elohim es infinito. Dios Padre y Dios Madre esperan hasta fin que sus hijos regresen. Les doy gracias por su gran amor.
Aunque todo el mundo dicen que Dios Madre no existe.
Creo en Dios Madre con la fe fuerte mirando al reino de los cielos.
¡Qué buena fragancia de Sion!
Gracias a Cristo Ahnsahnghong y Dios Madre por su gran amor.
Aunque nos olvidamos de Dios por la dificultad mundana u otras cosas, Dios nunca nos olvida. Doy todas gracias a la Madre celestial quien nos ama tanto.
Tiene razón.
Dios Padre y Dios Madre siempre nos aman y miran con los ojos de amor.
Les agradecemos al Padre y la Madre celestiales por llamarnos al Sion lleno de amor.
Doy gracias a Dios padre y Dios madre su gran amor!!
¡Amen!
Dios,siempre me ayuda.
Les doy gracias a Dios Padre y Dios Madre.
Yo también antes no podía entender el amor de la Madre celestial. Pero, ahora entiendo muy bien cada día más el amor y la ayuda de la Madre celestial por su paciencia. Muchas gracias, Madre.
Entender el amor de la Madre celestial, por más que sea poco, es un sentimiento grandioso~^^
Dios Madre me apoya y ayuda mucho ^^
Además, me da la vida eterna …
Cada vez que pienso en el tiempo pasado, siempre me estaba muy vergonzoso ante la Madre celestial. pero ahora me esfuerzo para vivir según las lecciones de la Madre poco a poco. Espero que cambie la figura mía rápidamente que se parece a la Madre celestial.
Yo también quiero cambiar rápidamente mi mala costumbre. y quiero parecerse a Dios Madre. La amo mucho.
Gracias a Dios Madre por su amor y sacrificio.
Agradezco al Padre y a la Madre del cielo por tenernos en su corazón siempre y por su inmenso amor. Su gran amor me llena mi corazón con gozo y gratitud.
Nuestra madre celestial nos da siempre mucho amor en cada momento. le agradezco mucho a Dios Madre con todo mi corazón.
Sin la madre celestial nadie puede recibir la salvación.
A través de la Madre Celestial podemos obtener la vida eterna y entrar en el reino de los cielos.