Esta es la fragancia de Sion de un miembro de la Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial que cree en Cristo Ahnsahnghong y Dios Madre.
JY Lee, Corea
El verano pasado ayudé a mis suegros a cosechar patatas. Mientras sacaba las patatas, noté que todas las plantas de patata tenían una patata partida entre las patatas buenas. Las partidas estaban totalmente vacías por dentro. Con mucha curiosidad, pregunté a mi suegra la razón. Ella me dijo que eran llamadas “semillas de patata”.
Me explicó que un mes después que una patata es sembrada para servir como semilla, esta brota y los brotes echan raíces en la tierra. La semilla de patata sirve de alimento para el brote hasta que este pueda alimentarse por sí mismo.
Cuando las vi de cerca, noté que las patatas que salieron del tallo de una semilla de patata completamente vacía, eran más grandes que las patatas que salieron de una semilla de patata medio vacía. También vi semillas de patata que se veían como si recién hubieran sido sembradas; estas no tenían ningún fruto.
Cuando vi cómo una semilla de patata había dado tantas buenas patatas al darlo todo y quedarse vacía, recordé la palabra de Dios: “Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, no puede llevar mucho fruto”. También comprendí que puedo llevar hermosos y fuertes frutos si me sacrifico completamente.
Numerosas almas están naciendo como buenos frutos en todo el mundo. Esto es gracias al sacrificio del Padre Cristo Ahnsahnghong y la Madre celestiales. Yo he crecido recibiendo su amor y sacrificio. Deseo convertirme en una semilla que caiga y muera, y lleve muchos frutos, cual a treinta, cual a sesenta, cual a ciento por uno.
Gracias a Cristo Ahnsahnghong y a la Madre Celestial para muestrar el ejemplo de cómo sacrificarnos con el fin de dar mucho fruto.
Gracias a Dios padre y a Dios madre
¡Cuánto se han sacrificado el Padre y la Madre celestiales por nosotros, dedicando toda su vida para nuestra salvación!
Padre y Madre, les doy gracias desde lo profundo de mi corazón.
Les doy gracias con todo mi corazon al Padre Ahnsahnghong y a la Madre celestial por su gran amor y sacrificio.
Semillas sacrifican como si padres sacrifiquen por sus hijos.
Por medio de tales sacrificios, las creaturas mantienen sus vidas, como si nuestro Dios Elohim nos cuide hasta que tengamos la vida eterna.